jueves, 5 de noviembre de 2015

Saberes tradicionales en la cultura ganadera

El desarrollo de las actividades agropecuarias nace con las civilizaciones y desde sus inicios ha tenido el propósito fundamental de suplir las necesidades alimentarias humanas.
La agricultura y la ganadería, como fuentes de alimentos, han sido un proceso esencial en la historia de la sociedad, siendo la ganadería un eslabón fundamental en la construcción de nuestra cultura que ha permitido que se den procesos específicos, trayendo consigo el desarrollo de las sociedades y operando mecanismos y técnicas que se han perfeccionado con el tiempo pero que desde su cuna fueron diseñados para la optimización. Todas estas técnicas se recopilan en un conjunto de conocimientos que hoy en día se consideran tradicionales.

Estos conocimientos tradicionales se han mantenido en el tiempo gracias a la tradición oral y la herencia de saberes a través de generaciones ganaderas. Así entonces, existe una amplia gama de conocimientos ancestrales sobre el manejo de ciclos reproductivos, hábitats, nutrición, crecimiento animal, uso y aprovechamiento de recursos naturales, la combinación de coberturas y usos de los terrenos, entre otros.

Sin embargo, la aparición de paquetes tecnológicos y avances en la ciencia ocasionó la modernización de todos estos saberes con el fin de hacer los procesos más eficientes, en los cuales indiscutiblemente la tecnología ha cumplido su labor en tal sentido, resultando una situación en la que todos los conocimientos ancestrales se han quedado relegados y únicamente han sido conservados por aquellos productores que se encuentran en lugares geográficos en los que es muy difícil el acceso a las tecnologías de la información, por ende, el desarrollo socio cultural es lento; o incluso para aquellos que en su convicción se mantienen en la idea de que la ganadería tradicional no es superada por la aplicación de nuevas tecnologías.

Ante esta disyuntiva, varios autores se han dedicado a recopilar estos conocimientos porque consideran que la cosmovisión de los ganaderos campesinos, aquellos que realizaban y aún realizan su actividad productiva con los recursos económicos, financieros y naturales limitados, converge perfectamente con las intenciones de mejora de procesos y la sostenibilidad de la ganadería.

La concepción de las relaciones ecosistémicas que se dan al interior de una finca ganadera se ha transformado con el tiempo con la aparición de las tecnologías, y es el rescate de dicha cosmovisión lo que podría brindar otra perspectiva que permita entender de una manera más simplificada cómo cada una de estas relaciones incide directamente en la productividad y sostenibilidad de la producción bovina.

Es importante resaltar que la visión del territorio varía según las vivencias de cada persona dentro de él, algunas comunidades consideran su territorio como la confluencia de dinámicas sociales con las ambientales, mientas otras entregan un valor material y lo entienden como el espacio físico en el que viven, en donde seguramente el actuar de la primera difiere de la segunda.

Por su parte, el proceso de la extensión rural juega un papel muy importante en este intento, puesto que en campo, mediante el contacto con ganaderos tradicionales, ocurre el intercambio de conocimientos en el cual no solo el extensionista comparte conocimientos sino que se da una interacción bilateral en la que el ganadero encuentra un puente de comunicación con otros ganaderos y técnicos que apoyan y complementan lo que por tradición oral, él ha aprendido, logrando con esto, la formación de redes de saberes que se encuentran en constante actualización sin perder su esencia y fundamento, que además incluyen al ganadero en la construcción de una actividad sostenible en el tiempo y en términos de los recursos naturales que se usan.

Hoy es un reto muy grande el perfeccionamiento de modelos de educación ambiental rural bilateral, no obstante, es evidente que todos los esfuerzos deben estar dirigidos a valorar constantemente las técnicas tradicionales que en efecto, han permitido que esta actividad perdure en el tiempo y haga parte de la cultura de nuestro país, llegando a un equilibrio que permita la modernización necesaria de toda esta visión del territorio que solo tienen quienes han crecido allí.

Daniela Londoño Serna

Pasante, Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible