FOTO: José Rodríguez |
A través del tiempo la ganadería ha sido
considerada una práctica enemiga del medio ambiente debido a las actividades
realizadas por las personas a lo largo del tiempo, las cuales incluyen
deforestación de bosques para la implementación de modelos de producción
bovina. Esta situación está llevando a la reducción de relictos de bosques
nativos y, junto con estos, la diminución de hábitat para especies silvestres pues
cada día la amenaza para su supervivencia aumenta, además de contribuir a la
degradación de los suelos y a la desaparición de fuentes o nacederos de aguas.
Ante este panorama, en el proyecto Ganadería
Colombiana Sostenible creemos que esta situación puede cambiar por medio de la
implementación de sistemas silvopastoriles que nos permiten un mejor
aprovechamiento de los recursos suelo, agua, aire, sin degradar el entorno
volviendo nuestra empresa ganadera más productiva y amigable con el medio
ambiente.
Los sistemas silvopastoriles cuentan con
varios componentes, uno de ellos y de vital importancia son los árboles que son
considerados el motor de los procesos biológicos y que benefician al suelo y
los seres vivos. Estos cumplen funciones como captura de carbono, protección a
fuentes hídricas, en algunos casos fijadores de nitrógeno y piedra de salto en
la conexión de parches de bosque, entre otras.
En la regional Bajo Magdalena la siembra se
encuentra limitada por la falta de producción de árboles debido a que no se
encuentran viveros comerciales que nos puedan ofertar material vegetal. Por esta
razón, el equipo regional ha puesto en marcha dos estrategias para solucionar
la problemática de la baja oferta de árboles. Estas estrategias son: La
regeneración natural asistida y la producción de material vegetal In Situ en
fincas del Proyecto.
FOTO: José Chams |
Desde el año 2016 surgió la idea de
establecer microviveros In Situ en las fincas participantes del Proyecto como
una opción de producción de material vegetal en algunas zonas. Con esta
estrategia buscamos aumentar la cantidad de árboles para sembrar los diferentes
arreglos silvopastoriles, como también aumentar el número de ganaderos que se
benefician con la siembra con los mismos. Por otro lado, la cercanía de los
sitios donde se establecieron estos microviveros con las demás fincas nos
facilita el transporte de este material, también nos ayuda a completar las
siembras en zonas donde los ganaderos no tienen posibilidad económica de
adquirir árboles.
Para la selección de los municipios y sitios
donde se realizaron estos microviveros In Situ se tuvo en cuenta la opinión
técnica de los extensionistas, la zona de influencia, número de ganaderos
beneficiados y la disposición y compromiso por parte del productor.
FOTO: José Rodríguez |
Los municipios seleccionados fueron: Piojó,
Luruaco, Usiacurí, Juan de Acosta, Baranoa, Manatí, Campo de la cruz, Repelón y
Suan en el departamento del Atlántico y los municipios de Villanueva y San
Estanislao en el departamento de Bolívar. En estos 11 municipios se logró
beneficiar a 300 ganaderos que equivalen al 80% de los beneficiarios del Proyecto
en lo que respecta a la regional Bajo Magdalena. Adicional a esto, las 12
unidades de atención a cargo de los extensionistas también tuvieron la
influencia directa de esta estrategia.
FOTO: Álvaro Pallares |
Las especies que se reprodujeron en los
microviveros In Situ fueron en su mayoría especies nativas y otras pocas
foráneas dentro de las que se encuentra: matarratón (Gliricidia sepium), roble rosado (Tabebuia rosea), roble amarillo (Tabebuia chrysantha), totumo (Crescentia
cujete), guácimo (Guazuma ulmifolia),
campano (Albizia saman), caoba (Swietenia macrophylla), leucaena (Leucaena leucocephala) y cedro (Cedrela odorata).
FOTO: José Rodríguez |
Entre los años 2016 y 2017 se han reproducido
53.000 árboles de las especies descritas anteriormente, las cuales se han
utilizado en arreglos silvopastoriles principalmente en cercas vivas que
alcanzan alrededor del 80% del material producido, seguido de los árboles dispersos
en el potrero con el 20% restante. Haciendo cálculos se obtiene un total de 550
hectáreas establecidas en las fincas favorecidas con esta estrategia.
Como resultado de esta estrategia se está
logrando, además de las hectáreas establecidas, cambiar el pensamiento de
muchos ganaderos mediante el proceso de enseñanza y aprendizaje, mejorar
prácticas culturales en lo referente al cuidado de los árboles, contribuir al
establecimiento de más áreas con arreglos silvopastoriles en las fincas y
mejorar las condiciones ambientales dentro de la producción ganadera, lo que se
traduce en una mejor y mayor producción y promover la conservación y la
conectividad entre los diferentes parches de bosques para ampliar el área de
acción de las diferentes especies silvestres de la zona contribuyendo a la
biodiversidad.
FOTO: José Chams |
LOS ÁRBOLES SON LOS PULMONES DE NUESTRO PLANETA, ES NUESTRO DEBER CUIDARLOS
WILLIAM BARRIOS
BARRIOS
JOSÉ CHAMS URUETA
Bajo Magdalena