Según la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura -FAO, “la producción pecuaria es una de
las causas principales de los problemas ambientales más apremiantes del mundo,
como el calentamiento del planeta, la degradación de las tierras, la
contaminación atmosférica y del agua, y la pérdida de biodiversidad”.
En Colombia, frente a esta problemática, se ha
desarrollado investigación aplicada en sistemas silvopastoriles, se
ha propuesto una política de intensificación de la ganadería que se
ha materializado en diferentes iniciativas y proyectos, entre ellos el Proyecto
Ganadería Colombiana Sostenible, una alianza estratégica entre la Federación
Colombiana de Ganaderos -FEDEGÁN, el Centro para la Investigación en Sistemas
Sostenibles de Producción Agropecuaria -CIPAV, el Fondo para la Acción
Ambiental y la Niñez -Fondo Acción y The Nature Conservancy -TNC, cofinanciada
con aportes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) y el gobierno del
Reino Unido, administrados por el Banco Mundial para promover sistemas
silvopastoriles con el fin de mejorar la producción ganadera, las condiciones
ambientales y la conservación de ecosistemas naturales en las fincas.
Dentro de este Proyecto fui invitada, junto con 25
ganaderos de Tuluá Valle del Cauca, Murillo y gente de Boyacá, a participar en
un taller organizado por CIPAV para ver cómo funcionan los sistemas
silvopastoriles y para ver qué prácticas podríamos implementar en nuestras
fincas para hacerlas productivas y autosostenibles. En este escrito resumiré mi
experiencia y conclusiones de esta experiencia.
Algunas medidas que llamaron mi atención y que
están relacionadas con este escrito son la conservación del suelo mediante el
mejoramiento de sistemas de gestión y pastoreo, protección de las zonas
silvestres y la conexión entre las zonas protegidas para contribuir a la
conservación de la biodiversidad.
Para empezar, el primer día estuvimos en la Reserva
Natural El Silencio ubicada en San Francisco Cundinamarca, una finca grande
consolidada por un grupo de personas que trabajan en la misma dirección, es
decir, personas que trabajan en equipo y saben lo que hacen y para qué lo
hacen. Allí trabajan mis tíos y primos y yo viví en ella cinco años de mi
infancia. En esta finca, podemos notar la importancia del buen manejo y gestión
para potenciar el uso de praderas. Se dividen los potreros con camellones
que son principalmente de tilo (Sambucus sp.) acompañados de
alisos, botón de oro, maíz y otros. Esto con el fin de garantizar el
tiempo de descanso de las praderas y al mismo tiempo, tener un banco forrajero.
También, se ve que es fundamental el cultivo de diferentes tipos de pastos para
mejorar la producción de leche en cuanto a calidad y cantidad. Además, algo muy
interesante es la investigación que están haciendo sobre insectos, plagas que
afectan el pasto (Collaria sp.), tratando de averiguar cómo coexistir
con ellos y cómo controlarlos ecológicamente.
La segunda finca que visitamos fue Potrero Grande, una reserva natural en Subachoque Cundinamarca la cual maneja ganado normando y trabajan en el mejoramiento de razas a través de la inseminación artificial para criar bovinos más resistentes y productivos. Esta finca combina bosques (especies de árboles nativos y no nativos) y potreros. También cuenta con 9 reservorios de agua y un sistema de riego que permite una buena disponibilidad de forraje durante todo el año. Allí se están implementando sistemas silvopastoriles con tilo y aliso para alimentación del ganado y aumentar la conexión entre bosques.
La segunda finca que visitamos fue Potrero Grande, una reserva natural en Subachoque Cundinamarca la cual maneja ganado normando y trabajan en el mejoramiento de razas a través de la inseminación artificial para criar bovinos más resistentes y productivos. Esta finca combina bosques (especies de árboles nativos y no nativos) y potreros. También cuenta con 9 reservorios de agua y un sistema de riego que permite una buena disponibilidad de forraje durante todo el año. Allí se están implementando sistemas silvopastoriles con tilo y aliso para alimentación del ganado y aumentar la conexión entre bosques.
El segundo día nos despertamos en Chiquinquirá Boyacá. Por la mañana
hicimos un recorrido por la región de Saboyá donde pudimos apreciar cómo
las personas de los alrededores manejan las praderas. Además, notamos que en
aquellas fincas los árboles estaban dispersos en los potreros, protegiendo el
suelo de los golpes de la lluvia y generando sobra, lo cual resulta bastante
favorable para la protección de los animales en días soleados. Para la división
de pradera, la gente usa cercas vivas obteniendo muchos beneficios como:
el ahorro de costos de madera y el mejoramiento de la apariencia de la
finca haciéndola más valiosa. En la tarde visitamos Flor del Campo, una finca
que, al igual que todas las que hemos visto, hace énfasis en la protección de
microcuencas, un aspecto de gran importancia para conservar la biodiversidad y
mantener una finca autosostenible. También se manejan camellones de tilo (Sambucus
peruviana) y aliso (Alnus acuminata) y adicionalmente, están
trabajando en una investigación sobre parásitos internos y externos del ganado.
El tercer día nos fuimos para
Belén y visitamos La Estancia. Una pequeña finca que guarda algunas
similitudes con la finca de mi familia es pequeña y su dueño maneja poco ganado
pero es evidente el arduo trabajo y esfuerzo que Isaac y su familia hacen
diariamente. Como resultado, han reformado y mejorado su finquita, creando
setos forrajeros con tilos, árboles nativos y pancoger: maíz, papa, haba y
otros cultivos. Isaac nos habló de su granja con un profundo sentido de pertenencia
que inspiró a todos los presentes. Observar a este hombre y su familia
trabajando en su propio negocio, en su tierra, viviendo tranquilamente, sin
preocupaciones y en lo que les apasiona, me hace pensar en la finca de mi
familia y me anima a llevar a cabo un proyecto similar para mejorarla.
Finalmente, el último día, fuimos a Santa Rosa de Viterbo y visitamos la finca La Pradera, donde sus dueños nos atendieron muy bien y me sentí muy contenta de tomar nuevamente, después de mucho tiempo, la sopa de cuchuco. Esta finca está ubicada en la parte alta de una montaña donde los vientos pueden causar muchos problemas, sin embargo, sus propietarios han creado cercas vivas con árboles de tilo, este sistema de cercas rompevientos les ayuda a lidiar con esa dificultad y al mismo tiempo, pueden usarlo como alimento para el ganado. Por otro lado, la familia cría cerdos e implementó un sistema llamado biodigestor para la producción de gas metano el cual es usado para cocinar alimentos. En esta finca también se siembra maíz, haba y algunos árboles frutales.
Para concluir, el taller
fue una gran oportunidad para pensar en la finca de mi familia y en las
prácticas y/o estrategias que podríamos llevar a cabo para mejorarla. Nuestra
finca se llama La Uchuva y está ubicada en Tuta, Boyacá. Tiene 11 hectáreas, un
cuarto de finca es usado para la siembra de papa y el resto para mantener
ganado. Cuenta con 3 represas sin ningún tipo de bosque que los rodee (algunos
alisos) y en épocas de sequía la escasez de agua y alimentos es un gran
problema, incluso, si esos períodos secos son largos el agua y los alimentos
deben comprarse para los animales.
Según lo que se observó en las
fincas que se visitaron, se debe comenzar protegiendo el agua. Para
hacerlo se puede proteger las represas cercándolas y dentro de la
cerca se pueden sembrar alisos y tilos, ya que estas especies se dan muy bien
en ese tipo de suelo, además, estas plantas ayudarán a retener el agua. En este
momento la finca puede alimentar a catorce animales, pero su producción no es
suficiente para que ésta sea sostenible. Por lo tanto, algunas
soluciones que podemos llevar a cabo son: primero dividir los potreros para
garantizar el tiempo de descanso de los pastos; y segundo, plantar
diferentes tipos de pastos (trébol rojo y blanco, alfalfa y si es posible
lotus) para tener una nutrición animal más completa. En este momento la finca
está dividida en cuatro potreros grandes de kikuyo y la idea es dividir las
praderas con camellones de tilo y aliso para por lo menos contar con cuatro
potreros adicionales y luego, plantar los diferentes tipos de pastos por toda
la finca. Tenemos que ser muy constantes con el cuidado de los pastos, se
deben fertilizar y regar, lo mismo que se hace con un cultivo.
Algunas dificultades que
podemos tener al implementar este proyecto, es la falta de dinero.
Necesitaremos materiales, postes y alambre para crear las cercas y los
camellones. Además, tenemos que comprar las semillas de los pastos y
fertilizantes. Lo que podemos hacer es no hacerlo todo al mismo tiempo, se
puede hacer todo paso a paso para que sea llevadero. Además, el dinero gastado
en el cultivo de papa puede invertirse para llevar a cabo el proyecto y
transformar la finca con la finalidad de hacerla más productiva y valiosa.
Otro factor que considero un
gran problema es la falta de agua para sembrar los árboles y el pasto. Al
inicio las plantas necesitan agua para que desarrollen raíces fuertes y para
protegerse de las heladas. En esta zona de Boyacá la lluvia a veces es escasa,
por lo que sugeriría que se construya un reservorio de aguas lluvia en concreto
porque las represas se secan en tiempo de sequía. Puede ser un poco caro, pero
valdría la pena.
Si se lleva a cabo este proyecto obtendremos varios
beneficios, entre ellos el aumento de la producción, lo que significa, con el
tiempo, autosostenibilidad; la mejora de la apariencia de la finca y su
valorización; y por otro lado, estaríamos aportando nuestro granito de arena y
cumpliendo nuestra responsabilidad para con el medio ambiente a través de la
protección del suelo y de la biodiversidad. Finalmente, siendo muy optimistas,
nuestra finca servirá de ejemplo para otros pequeños ganaderos que desean
aplicar las mismas prácticas y obtener los beneficios de los sistemas silvopastorales.
Referencias bibliográficas
Enfrentando el cambio
climático a través de la ganadería una Evaluación global de las emisiones y
oportunidades de mitigación ...ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA
AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN Roma, 2013. http://www.fao.org/3/a-i3437s.pdf
Las repercusiones del ganado
en el medio ambiente http://www.fao.org/ag/esp/revista/0612sp1.htm
Por: Yuly Alexandra Bolívar
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